jueves, 29 de septiembre de 2016

La harina alemana


   Antes de venir a Alemania, yo solo conocía la harina de fuerza y la de repostería y como mucho la de garbanzo para las tortillitas de camarones. Entonces llegó el momento de tener que comprar harina (Mehl) y encontrar en la sección de harinas varios tipos con una numeración extraña. Lo más que pude diferenciar fue las que eran integrales de las que eran blancas. Me dejé guiar por el klassik que ponía el paquete y cogí la 405, sin tener ni idea de para qué servía. Poco después conseguí la receta para preparar Flammkuchen, una especie de pizza muy finita y muy rica (ya pondré la receta) y cual fue mi sorpresa cuando entre los ingredientes ponía no sé cuantos gramos de harina 550 y no sé cuantos de harina 1150, y la que yo tenía en casa era 405. ¡Qué lio!
harinas
Harinas

 Resulta que las harinas aquí en Alemania están clasificadas con una numeración. Y cuando no sabes a qué se refiere, entras en shock en el supermercado porque no sabes cuál es la que vale para tu receta. Por supuesto en los paquetes no hay mucha información al respecto, si no, sería fácil. Pregunté a mis compis alemanes y me lo explicaron perfectamente. Las harinas se dividen según su contenido en gluten, a más gluten, más fuerza y según el tipo de cereal: Weizen (trigo), Dinkel (espelta) y Roggen (centeno).



  • Harina 405: Es la harina de repostería. No es una harina de fuerza, con lo que no es adecuada para hacer pan, pero sí dulces. 
  • Harina 550: Es la que nosotros llamamos en España harina de fuerza. Si quieres hacer pan o masa de pizza, esta es tu harina! 
  • Harina 630: Es harina refinada de espelta. Ni idea de para qué se usa. Lo investigaré
  • Harina 1050: Es harina de espelta pero no refinada del todo, como si dijéramos "semi-integral".
  • Harina 1150: Es harina de centeno, pero al igual que la anterior, no refinada del todo.

Las distintas harinas se pueden encontrar también en su versión Vollkorn, que literalmente significa "grano completo" es decir, integrales. Aparte tenemos distintos preparados a base de harina para distintos propósitos:  
  • Spätzlemehl, para preparar los Spätzle, una especie de pasta típica del sur de Alemania.
  • Pizzamehl, para Pizza.
Y también harinas de otras cosas:
  • Maismehl: Harina de maíz. Esto no es exactamente como nuestra "maicena". Si queremos comprar algo similar a la maicena, que es fécula de maíz, tenemos que buscar lo que se llama Speisestärke, que literalmente se podría traducir como "endurecedor (stärke) de platos (speise)". El alemán es un idioma maravilloso.
  • Mandelmehl: Harina de almendras.
  • Hafermehl: Harina de avena.
  • Kartoffelmehl: Harina de patata.
  • Kokosmehl: Harina de coco.
  • Kichererbsenmehl: Harina de garbanzo. Como aquí camarones no venden, la usarán para otra cosa. 
   Y por si no era suficiente y no sabíamos qué elegir, todo ello lo tenemos también en versión Bio! La verdad es que aunque al principio pueda parecer agobiante, es todo un lujazo la enorme variedad de cosas que puedes encontrar en los supermercados, y eso es una de las cosas que más me gustan de vivir aquí. Seguro que todo esto también lo hay en España, pero en supermercados más exclusivos a precios desorbitados, o al menos en los supermercados que yo frecuentaba estas cosas no las había. Y llegar aquí y encontrar toda esta variedad en un supermercado normal, pues es impresionante. Y aún no he hablado de las bebidas. 

jueves, 22 de septiembre de 2016

Comprar un coche en Alemania

     Resulta que un día al salir del supermercado, nuestro coche, que habíamos traído desde Sevilla, decidió que iba a morir. Después de llevarlo a la Ford a que lo revisaran resulta que la broma se nos iba a 2500 eurillos. El señor del taller no nos daba garantia de que cambiando la pieza que parecía estar estropeada, aquello fuese a solucionarse. Conclusión, quédate sin coche o comparte otro.  Los coches nuevos tienen precios astronómicos, así que nuestra única opción fue buscar uno de segunda mano. 
     El mercado de segunda mano (Gebrauchwagen) aquí es super amplio hay muchísimos coches, porque se ve que aquí cambian de coche con mucha frecuencia. Una de las cosas que me dijeron que era importante mirar en los coches de segunda mano y que yo no había caído, es el estado de los bajos del coche. Al parecer, como en invierno echan sal en calles y carreteras, es frecuente que la parte baja del chasis este más oxidada de lo normal. También es importante preguntar si el coche es unfallfrei, es decir, libre de accidentes. Deben darte un certificado de que el coche cumple esa condición y si no la cumple, el certificado de qué tipo de accidente se trató. Desconozco si esto se hace también en España con los coches de segunda mano. Los coches de segunda mano tienen un año de garantía siempre que los compres en un concesionario. Si bien es cierto que la oferta de coches es muy amplia, tampoco los precios merecían demasiado la pena, porque por un poco más es posible comprarse uno completamente nuevo, y no uno al que le han metido 150000 km en dos años, por ejemplo.
    Al final nos decidimos por el equivalente a los km 0 de España, lo que aquí se llama Tageszulassung, que significa que el concesionario compra un coche, lo da de alta en Tráfico, y lo da de baja al día siguiente. De esta forma el coche solo tiene unos pocos de kilómetros pero con una rebaja considerable del precio. También suelen estar en esta categoría los coches que han pertenecido al concesionario como exposición o para pruebas de los clientes. En estos casos la reducción de precio también es considerable. En nuestro caso todo el papeleo correspondiente a la compra y alta del coche en Tráfico lo hicieron desde el concesionario. Sólo tuve que entregar el Anmeldung, para que quede claro que estás empadronado en Alemania, el número de cuenta para que cobren el impuesto de matriculación, fotocopia del pasaporte y número provisional de seguro. 
   El tema del seguro. Aquí es posible obtener las bonificaciones por haber estado x años asegurado previamente. Hay que pedir a tu última compañía de seguro un certificado de siniestralidad, preferentemente en inglés. Ahora aquí viene el truqui. Puede que, como nos pasó a nosotros con la Sparkasse, te digan que pidas a tu anterior seguro que te rellene el formulario que te proporcionan ellos (sólo en alemán, inglés y francés), a lo que tu seguro español dirá tarariqueteví voy yo a firmar algo de otra compañía. Entonces la Sparkasse nos dijo que sin ese formulario relleno, de bonificación nada de nada.